Ante la admiración de todos y un remolino de periodistas, el multicampeón español se entrenó por primera vez en Abu Dhabi; la Pulga está casi descartada para el debut del miércoles ante Atlante

El gigante pisó fuerte en los Emiratos Arabes. Ante la admiración de todos y un remolino de periodistas, Barcelona se entrenó por primera vez en esta ciudad para el debut de pasado mañana en el Mundial de Clubes frente a Atlante, de México.

Es casi un hecho que no jugará Lionel Messi, que no participó de la práctica en el complejo Army Pitch y que se quedó en el lujoso hotel Shangri La, donde realizó trabajos kinésicos por una lesión en el tobillo derecho. Aún queda una mínima posibilidad de que el rosarino esté entre los suplentes. El otro argentino del plantel, Gabriel Milito, trabajó con normalidad.

Los jugadores hicieron movimientos livianos con unas impecables remeras amarillas fluorescentes. La seguridad fue muy estricta y pocos jugadores tomaron contacto con la prensa, sólo el capitán Carles Puyol y el ucranio Dmytro Chigrynsky.

Muchos jugadores fueron vivados cuando bajaron del ómnibus, pero todos siguieron su camino. El único que saludó a lo lejos fue Puyol. Barcelona despertó gran interés en el mundo árabe, sobre todo las principales figuras. La ciudad está adornada con gigantografías que le dan la bienvenida al conjunto catalán. El plantel llegó anoche, a última hora, tras una impensada escala en Estambul por un inconveniente burocrático entre las aerolíneas.

Por la otra semifinal, Estudiantes debutará mañana en el torneo con Pohang Steelers, de Corea del Sur, en el estadio Mohammed bin Zayed. La final será el sábado próximo.